¿Hay alguien ahí fuera? Según el astrofísico británico Cristopher Conselice, la respuesta es sí. Conselice y su colega Tom Westby han desarrollado un método para calcular el posible número de civilizaciones extraterrestres en nuestra galaxia, así como las razones por las que aún no las hemos encontrado.
A falta de evidencias, la existencia de vida inteligente más allá de nuestro planeta es algo sobre lo que, por ahora, solo podemos elucubrar. Hay decenas de teorías al respecto, y la de Conselice y Westby es tan buena como cualquier otra, pero al menos cuenta con el beneficio de haber partido de un ejemplo de civilización inteligente real: el nuestro. La teoría acaba de presentarse en la revista The Astrophysical Journal.
Para tratar de calcular la probabilidad de vida inteligente en otros planetas, Conselice y Westby han desarrollado una métrica llamada Límite Astrobiológico Copernicano. En esencia lo que han hecho es extrapolar las características de nuestra propia civilización al resto de nuestra galaxia. Los seres humanos vivimos en un planeta rocoso rico en metales (una parte crucial para la vida) y en zona habitable respecto a nuestra estrella, una enana amarilla o estrella tipo espectral G2 en su secuencia principal.
Los astrobiólogos intuyen que podría haber vida alrededor de otras estrellas en condiciones mucho más extremas. Si Conselice y Westby se han limitado a las estrellas como la nuestra (mucho menos comunes) ha sido sencillamente porque sabemos de forma empírica que pueden albergar vida si se dan las condiciones adecuadas. Nosotros somos la prueba viviente de ello.
Conselice y Westby asumen que la vida surge siempre que estas condiciones de estrella, cantidad de metales y zona habitable se cumplen, y se prolonga durante toda la vida de la estrella. Es una consideración muy optimista teniendo en cuenta la cantidad de eventos que pueden erradicar por completo la vida en un planeta, pero nos sirve para hacer al menos un cálculo inicial. El resultado una vez aplicamos los últimos datos de que disponen los astrónomos sobre número de estrellas y planetas, es el Límite Astrobiológico Copernicano Débil. Arroja una cifra de miles de millones de potenciales civilizaciones.